La repetición vivencial en sofrología quiere decir que cuanto más repito una práctica y con cuánta más frecuencia la hago, más consolido un cambio en mi conciencia.
En yoga, la disciplina y la rutina son también aspectos básicos. En yoga lo llamamos sadhana, es la práctica matutina de cada yogui. En el yoga, el instaurar la práctica, además de consolidar cambios en el cuerpo-mente-espíritu lo que hace también es cambiar hábitos que a lo mejor para la persona no eran constructivos, por hábitos que son más constructivos. Por ejemplo, si me propongo levantarme temprano a realizar mi práctica de yoga, a lo mejor esa práctica me “saca” de estar por la noche delante de una pantalla hasta muy tarde, mi voluntad va a hacer que me acueste antes para practicar por la mañana y, en definitiva, cambio un hábito por otro.
En el caso de la sofrología hay un argumento científico y es el hecho de que repetir algo es repetir un camino neuronal, un camino de sinapsis nerviosas que cuantas más veces se repita más será accesible para mí. Es como si preparara el camino para volver a caminar; como si quitase la maleza que me impide caminar en una dirección y de repente ese mismo camino fuese más apetecible y sencillo repetir. De esta manera, repitiendo una práctica, accedo a un mayor conocimiento de mi conciencia a la vez que me familiarizo con la interiorización. La interiorización, algo tan ajeno a la sociedad occidental fuera de ámbitos místicos o religiosos y que la sofrología, con sus herramientas, pone a nuestra disposición.
Es por lo anterior que en las sesiones de sofrología ofrecemos una grabación, para que la persona tenga facilidades para practicar, en su autonomía, en su vida diaria, como si fuera parte de la higiene de la conciencia. Una rutina básica del día a día. Dicho sea de paso, los sofrólogos también practicamos ????
Laura